TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir
Me llegó por whatsapp, uno de esos mensajes que se suponen hacen gracia. Realmente la tiene, aunque no todas las personas las vamos a interpretar del mismo modo. Yo tengo TDAH y me sentí completamente identificado con el contenido del mensaje. Era una imagen de las contestaciones de varios exámenes. Sí, de esos que ponen como ejemplo de lo absurdo, de risas, de ser «burro» por llamarlo de algún modo. Esta calificación, normalmente va seguida de adjetivos como; inigualable, impagable, por decirlo suavemente.
Muchas de esas respuestas son ingenuas, atrevidas y en muchos casos sinceras y que pueden resultar divertidas para muchas personas. Es importante que hablemos sobre el TDAH y los exámenes y sobre qué estrategias debo seguir.
Yo he vivido situaciones similares y se muy bien el mal rato que se pasa y sus posibles consecuencias. Será nerviosismo, tensión, ingenuidad o tal vez inocencia, el caso es que damos contestaciones sinceras, sin maldad y que estas denotan carcajadas en compañeros y en el docente.
Otros, incluso catedráticos, se han aprovechado de esta inocencia creativa denominándola como género cómico, e incluso escribiendo libros con estas grandiosas contestaciones. Y me pregunto, en vez de aprovecharse de estas experiencias y editar libros como “Antologías del Disparate”, y que no dudo que puedan resultar divertidas, tal vez este señor como profesor y catedrático, hubiera sido muy de provecho, realizar una investigación del por qué se dan este tipo de respuestas. Puede que hubiera evitado muchos casos de Bullying, vergüenza, baja autoestima, ser la burla de compañeros, fracaso escolar o ser nombrado como el “burro de la clase”. Creo sinceramente, que podría haber ayudado mucho más al sistema educativo y no haberse lucrado con frases que pertenecen a otras personas, y más no teniendo permiso de estos alumnos para publicarlas. No tengo información si donó los beneficios, si lo hizo por causa benéfica, pero lo que sí tengo claro es que tanto la creatividad y el atrevimiento no le pertenece.
TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir. ¡Estás suspendido!
Este es mi pequeño homenaje a esas personas, que seguramente sean neurodivergentes, que sin maldad, con ingenuidad, creatividad, dieron respuestas a esas preguntas que el mismo enunciado nos puede conducir a errores. Que en el significado semántico de la pregunta, hay una respuesta que puede ser correcta por mucha gracia que resulte, pero que se reduce ser errónea en su contexto, sin buscar los motivos de dicha respuesta.
El TDAH y los exámenes son una combinación difícil de manejar. Sin embargo, son una realidad que hay que afrontar. No hace falta que te encanten los exámenes si tienes TDAH, pero tampoco hace falta que te resignes a sufrirlos. Hay estrategias para prepararse y rendir bien en los exámenes, a pesar del TDAH.
TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir.
¿Qué dificultades tiene el TDAH para hacer exámenes?
El TDAH suele generar ansiedad ante los exámenes por los efectos que tiene en el cerebro durante una prueba.
Si tienes TDAH, quizás hayas notado algunos de estos obstáculos al intentar hacer un examen:
Distinguir lo más importante
Ordenar las ideas en un razonamiento lógico (para ensayos)
Poca noción del tiempo, por lo que no te dosificas bien
Precipitarse y cometer errores por falta de atención
Problemas de acceso a la memoria (esa sensación de quedarse en blanco)
Distracción
Seguir instrucciones
La ansiedad y el bajo rendimiento en los exámenes se deben a la falta de confianza en la propia capacidad para hacerlo bien. Las personas con TDAH suelen tener un historial de experiencias negativas o frustrantes al hacer exámenes, y esto influye en las situaciones actuales.
El TDAH no afecta a tu inteligencia. Si te va mal en las pruebas, es por el TDAH, no por falta de capacidad. Considera también lo siguiente: puedes aprender técnicas para mejorar tu rendimiento en las pruebas.
TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir.
10 consejos para poder estudiar
- Crea un horario de estudio diario
- Toma descansos para el tiempo libre
- Programa sesiones de estudio frecuentes y cortas (menos de 1 hora) diariamente.
Puedes utilizar herramientas de control del tiempo como programas de alerta.
Funciona muy bien la técnica de “pomodoro”. - Date un poco de azúcar
- Hacer aromas de las cosas
- Deja el móvil en otra habitación y en modo silencio
- Organiza el espacio de estudio libre de amenazas de distracción
- Avisa al entorno de tu actividad de estudios, evitando ruidos, voces, música, etc.
- Tómate un tiempo para planificar tus objetivos de estudio
- Deja un espacio para el repaso relajado y sin estrés
TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir. Recomendaciones
Hacer un examen con TDAH puede ser difícil, pero puedes superarlo si sabes qué estrategias te funcionan mejor. Prueba estas recomendaciones y también otras que se te ocurran y que te puedan ayudar a superar sin dificultad.
- Repasa con tiempo, en sesiones cortas varias noches seguidas antes de la prueba, en vez de repasar durante horas la noche anterior
- Revisa todo el texto y usa un resaltador (o varios de distintos colores) para destacar las instrucciones, las secciones y las palabras clave. Así podrás identificar lo que se te pide en cada parte del examen.
- Lee con atención las instrucciones mientras las destacas. No te saltes ningún detalle ni asumas nada.
- Organiza tu tiempo distribuyendo el examen en partes iguales (con tu resaltador) y estimando cuánto tiempo puedes dedicarle a cada una. Si tienes un cronómetro, úsalo; si no, usa los colores como guía, procurando avanzar al ritmo adecuado.
- Si los ruidos te distraen, usa tapones para los oídos si te lo permiten. Así podrás aislarte del ambiente y concentrarte mejor.
- Ten algo en lo que fijarte cuando necesites pensar o cuando te desconcentres.
Puede ser un objeto pequeño que coloques en tu mesa, tu lápiz, tu zapato, lo que sea que te ayude a enfocarte. - Cuando termines, repasa tus respuestas para corregir cualquier error involuntario.
- Estas son algunas estrategias para hacer exámenes con TDAH que te pueden ser útiles.
Estas técnicas te ayudarán a realizar un examen con éxito
Además, recuerda que no debes perder la perspectiva. No te angusties cuando tengas que hacer una prueba, piensa que es solo una prueba. Aunque sea importante, no va a definir el resto de tu vida.
Si sabes técnicas de meditación como el Mindfulness, utilízalas, te ayudará a relajarte, a estar presente y a reducir el estrés. En caso de no conocer estas técnicas, es muy recomendable que te informes y las pongas en práctica.
TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir.
Algunos consejos de cómo repasar
Haz ejercicio, preferiblemente justo antes de la prueba si puede.
Come bien, alimenta tu cuerpo y evita la comida basura.
Toma mucha agua.
Imagínate tranquilo y sacando buenas notas en la prueba.
Habla con tu profesor para saber qué material va a salir en la prueba y hacerle cualquier pregunta que tengas.
Pide adaptaciones como más tiempo, un lugar diferente para hacer la prueba, la opción de tomar descansos y más.TDAH y los exámenes: qué estrategias debo seguir.
10 pasos para el éxito de estudiantes universitarios y adultos con TDAH
Pequeña guía práctica para que puedas lograr tus metas y superar obstáculos, resolver problemas y optimizar tu rendimiento. Esta guía te puede ayudar a tener éxito, evitar trampas, sortear problemas y garantizar el máximo rendimiento.
Como sabes, las personas que tenemos TDAH, a menudo nos enfrentamos a dificultades enormes, aunque seamos estudiantes sobresalientes. La falta de técnicas de lectura, estudio y organización, la ausencia de un método eficaz, el acceso limitado a los recursos y el apoyo adecuado, nos complican más estas tareas.
1.- Planifica el futuro. Escribir metas académicas y un plan de acción basado en el archivo de registro de logros y con el coordinador de necesidades especiales de la escuela y el colegio local.
2.- Construye una red de apoyo. Comunicarse con familiares, amigos y otras personas. Colaborar estrechamente con los recursos escolares (por ejemplo, coordinador de necesidades especiales y tutor personal).
3.- Defiende tus necesidades. En la universidad, los estudiantes sólo reciben adaptaciones si las piden, y no en todos los casos. Al principio, muchos estudiantes confían demasiado en sus capacidades, minimizan las dificultades y no ven el valor de las adaptaciones. No piden adaptaciones porque temen parecer tontos o deshonestos con otros estudiantes. Habla de las adaptaciones con un orientador, asesor o jefatura de estudios, si existe departamento que asista estas cuestiones, mejor. Consigue un certificado de tu condición, indicando de la necesidad de solicitar ciertas adaptaciones «razonables» para la mejora de tu desarrollo y atención. Este certificado debes actualizarlo, para ello consulta con tu especialista en salud, y debes mostrarlo cuando sea necesario para el cumplimiento de tus objetivos académicos.
4.- Cumple con las responsabilidades académicas. Infórmate de los servicios que ofrece la escuela, el campus, como la biblioteca, la tecnología, la salud y el ocio. Asiste a clase, no faltes sino es por motivos justificados. Crea condiciones favorables para el aprendizaje. Por ejemplo, elijes un lugar donde puedas ver y oír bien, evitando posibles distracciones. Dedica el tiempo suficiente por cada asignatura, evita procrastinar. Consulta con el profesor los objetivos y métodos de cada curso al inicio del trimestre. Estudia cuando te sientas más despierto y fresco. Busca un lugar de estudio cómodo y tranquilo en tu casa. Tómate unos minutos para relajarte, haciendo otra actividad de ocio. Combina períodos de estudio de 15 a 30 minutos con pausas de 5 a 10 minutos. Reconoce y date un premio al conseguir tus logros al terminar las tareas.
5.- Establece horarios y rutinas. Revisa el programa de cada clase varias veces durante el trimestre. Anota en un calendario de cuatro meses o de un año académico las fechas de todos los exámenes, trabajos, informes y proyectos a realizar. Usa un calendario diario o semanal para planificar tus tiempos de estudio. Marca cada tarea cuando la hayas hecho. Establece una rutina de estudio (por ejemplo, ves a la biblioteca después de clase para repasar apuntes) o consulta con compañeros de confianza. Es necesario probar y ajustar para encontrar un horario que te funcione. Si necesitas ayuda en la planificación y el seguimiento de tu progreso puedes requerir a la ayuda de un coach académico, un consejero, un tutor o un compañero de clase.
6.- Aplica técnicas avanzadas de lectura, aprendizaje, toma de notas y exámenes. Busca ayuda de un tutor, entrenador académico o servicios estudiantiles si tienes dificultades con la lectura, la comprensión, los exámenes, la ansiedad, los trabajos, etc. no por ello te consideres mal estudiante. Repasa los textos y las notas de clase después de las clases lo antes posible. Usa mapas, visualización y “dispositivos mnemónicos” para mejorar la comprensión y la memoria. Practica con preguntas de muestra para mejorar tu confianza, velocidad y precisión en los exámenes. Habla con el tutor sobre tu desempeño en exámenes o trabajos.
7.- Usa estrategias activas de autorregulación para controlar tus pensamientos, comportamiento, tiempo y tareas. Se concreto sobre cómo cambiar los malos hábitos por acciones positivas para reducir el estrés y aumentar la productividad. Vigila tu progreso y usa la retroalimentación para ajustar tus hábitos de estudio. Esto es clave para el éxito. También puedes contar con el apoyo y la orientación de un asesor académico o un asesor de servicios estudiantiles. Si algo sale mal, no te desanimes.
8.- Cuida tu salud física y mental. Aliméntate bien, haz ejercicio con frecuencia, aprende a relajarte y a divertirte. Si no te cuidas, puedes enfermarte en el peor momento y perder clases o tiempo de estudio. Además, te costará más recuperarte de las enfermedades. Tener un buen estado de salud física y mental te va ayudar a ser más optimista, tener más energía y a estar dispuesto a alcanzar los objetivos.
9.- Anticípate a los problemas y evita las crisis. Sé optimista, pero también realista. Sé consciente de que el TDAH y los malos hábitos pueden dificultar tu éxito académico. Identifica posibles señales de alerta (por ejemplo, dos tareas sin terminar seguidas, postergación ante un trabajo o proyecto). Ten un plan para afrontar las dificultades o fracasos. No esperes que los síntomas como la procrastinación, la depresión, la ansiedad, el insomnio, el olvido de la medicación, el perfeccionismo, la irritabilidad o la ira desaparezcan solos. Por el contrario, el estrés, el miedo y el cansancio relacionados con la escuela o universidad pueden agravar los problemas y hacerte abandonar o rendirte. Busca ayuda de los profesores, los recursos escolares, tu red de apoyo, tu entrenador académico o tu tutor tan pronto como surjan problemas.
10.- Ten un plan de emergencia para enfrentar las crisis de forma activa. No te culpes ni te menosprecies. Piensa que las dificultades relacionadas con el TDAH son retos que se pueden superar, no defectos de personalidad. Enfrentar las crisis de forma activa significa reconocer que hay problemas y pedir ayuda. Considera la posibilidad de hacer una terapia breve cuando las cosas no funcionen. Las investigaciones muestran que la terapia cognitiva y cognitivo-conductual es eficaz para los problemas relacionados con el TDAH. Una opción que puede ayudarle es encontrar un profesional especializado en el tratamiento del TDAH en adultos y jóvenes universitarios.
Fuente:
Geraldine Markel, Ph.D. Psicóloga educativa especializada en aprendizaje y rendimiento.
Tanya Peterson. Consejera de salud mental, novelista. Master of Science degree in counseling.
